lunes, 1 de julio de 2013

Esta es mi historia como corredor

Empecé a correr por una mezcla entre necesidad espiritual y excedente de energía por quemar al final del día. Pese a no haber realizado mucho deporte en toda mi vida, soy una persona muy activa y siempre me he movido rápido.

Soy de esos amigos a los que no les ha costado salir de casa por una invitación a hacer cualquier cosa. Nunca me ha dado pereza preparar la mochila en 3 minutos y salir corriendo a donde fuera.

Con el tiempo y las obligaciones que uno se va echando encima (por gusto, equivocación o por lo que fuera), las posibilidad de moverte de aquí para allá se van reduciendo. Eso mi cuerpo lo notaba, y lo exteriorizaba con cierta acumulación grasosa en zonas que no tocan (barriga, michelín lateral, culote...) y con una sensación desagradable de estar desaprovechando el tiempo y las energías que uno tiene por quemar.

Fue en ese momento en que decidí "echarme a la mar". Me calcé unas zapatillas regaladas por mi hermano tres años antes y que estaban prácticamente sin estrenar, para acabar gastándolas en los siguientes tres meses. Me hice corredor.

Durante los primeros años fui corredor de asfalto, que es por donde habitualmente a uno le entra el tema de correr. Ves a la gente por la calle, en el parque, en el paseo de la playa... y te unes a ellos. He participado en muchas carreras de 10 y 21 kilómetros, con resultado discretos pero de los que estoy muy satisfecho sobre todo por la continuidad que siempre he dado a mis entrenamientos. He llegado a correr los 10km a 4 minutos el kilómetro y los 21 a 4:15 aproximadamente.

Hace tres años cambié el asfalto por la montaña, en un intento de unir mi gusto por el aire libre, el silencio y la naturaleza con el tiempo que dedicada a hacer kilómetros. Matrimonio feliz, tiempo+aire libre = disfrute completo. A partir de ese momento, los kilómetros de asfalto son mas bien poquitos.

Muy poquito después de hacer esta maravillosa adaptación del running, nació mi hijo precioso Teo. Esto también influyó en la disponibilidad de tiempo para correr, ya que siempre he priorizado pasar tiempo con él frente a cualquier otra cosa. Espero que llegue el momento de poder disfrutar de este deporte juntos y así no tener que renunciar a nada, compartiendo los dos un mismo hobbies. Sería maravilloso. Si sale futbolista, me tendré que conformar con acompañarlo en los partidos y sufrir en la banda... pero si tengo que elegir, lo tengo más que claro.

A partir de este momento se volvió un poquito más complicado salir a entrenar, ya que el único momento que encontraba para hacer mis rutinas era al mediodía, en el trabajo. Para ello, he pasado los dos últimos años, a rachas, saliendo como un rayo por la puerta para aprovechar los 45' de tiempo para correr, volver, ducharme, y comer también como un rayo para poder estar más o menos a mi hora de vuelta sentado en mi silla.

Entretanto, en el último año y medio (más o menos) he desarrollado una lesión que no me abandona del todo en ningún momento. No se muy bien debido a qué (alguno me ha dicho que es por la edad) uno de mis arcos plantares se ha ido haciendo más plano, haciendo que la vertical de mi tibia-peroné no caiga encima de mi tobillo, con lo que el pie se me va un poquito para afuera y, si fuerzo un poco, consigo un fabuloso dolor en la cara interior del pie y pinchazos bajo el hueso del tobillo (no se nombre) en la cara exterior.

Este es uno de los handicaps que más me preocupa para poder conseguir el sueño de terminar una ultratrail. Confío en poder trabajarlo concienzudamente en estos tres meses y medio que hay por delante, fortalecer la zona con determinados ejercicios que iré indicando aquí y evitar así llevarme un chasco teniendo que confirmar lo que temo desde hace tiempo... que tenga que dejar de correr al nivel que me gusta.

Sinceramente, no me vendría abajo porque bueno, no deja de ser una pasión pero que es una pequeña parte de la vida de una persona. No pasa nada. Pero me costaría un poco tener que aceptar que a partir de determinado momento tengo que conformarme con salidas de media hora o hacer un cambio forzado a la bicicleta, natación...

Mi punto de partida para este reto personal es éste. No estoy muy bien de forma por este problema de tobillo, hay días que me cuesta demasiado salir a correr debido a las molestias. Por suerte, estoy más o menos en mi peso, creo que solo debería perder dos o tres kilitos. He llegado correr en varias ocasiones 45-55kms pero, eso sí, sufriendo mucho, casi demasiado.

Voy a empezar mi plan personal de entrenamiento con dos semanas ejercicio diario suave para ir perdiendo lo que sobra y cogiendo fondo. Muchos kilómetros suaves, tanto de caminos como asfalto para ir fortaleciendo los tobillos, rodillas, cadera. Lo combinaré con algo de natación para fortalecer abdominales y tren superior. Me cuesta muchísimo hacer trabajo de calidad o repeticiones de abdominales o cualquier otro trabajo estático, así que seguramente sea algo testimonial en mi preparación que solo aparecerá en días en que esté con mucha motivación.

Como ya estoy viejuno para llegar a algo importante, tampoco quiero sufrir más de la cuenta, así que evitaré trabajos repetitivos o que me cuesten demasiado, sustituyéndolos por algo más dinámico que pueda llevar mejor y me divierta de alguna manera.

Esta tarde quiero encontrar un hueco para hacer la primera salida del programa, a ver cómo me lo monto!!






No hay comentarios:

Publicar un comentario